Cuando era muy pequeño vivía en un lugar con muchos animales de distintas clases, era como una ciudad, donde cada uno tenía su propio espacio, habían loros, catas, culebras, arañas perros, acuarios con muchos peces, conejos, ardillas, entre otros animales. También habían personas que nos daban el alimento necesario y agua, limpiaban nuestro espacio y muchas personas nos visitaban a diario, era muy divertido ver sus caras cuando se acercaban, a veces me daba mucho miedo y me escondía haciéndome bolita, bueno no te he contado, soy un erizo de tierra albino.
Estas
personas que nos visitaban, en ocasiones elegían a uno de nosotros y se lo llevaban, era muy triste porque nunca más sabíamos de ese amigo. Yo nunca pensé
que me iban a escoger a mí, pero un día muy frío de invierno... sucedió, vino una
joven muy linda y me miró con su hermosa sonrisa, a los pocos segundos me fui
con ella. Yo iba muy asustado no sabía a dónde iba a llegar, así es que me hice
una bolita para protegerme de cualquier peligro. Recuerdo que iba en mi caja muy mareado, había
mucho movimiento a mi alrededor y después de un largo rato llegó la calma y la tranquilidad.
La
joven me sacó de la caja y me puso en un terrario similar al que tenía en mi otro hogar, tenía agua,
comida, una caja de arena y una frazadita para cobijarme. Recorrí el lugar para
conocerlo, la verdad era muy acogedor. A mi nueva amiga la llamaban Cony, y ella muy
dulcemente me llamo Balmito, no sé lo que significa pero me gusto mucho, creo
que es original, y me da risa cuando la gente pregunta por mi nombre y les
cuesta tanto pronunciarlo.
Cony
jugaba mucho conmigo, me bañaba, dormíamos siesta juntos, me sentía muy querido
y era muy feliz, siempre que salía de casa me llevaba con ella, hacíamos paseos
y viajes muy entretenidos, conocimos muchos lugares hermosos.
Pasó un tiempo, y un día de verano, Cony desapareció
por varios días, yo estaba muy triste y extrañado de porqué no había llevado,
pensé que se había ido de vacaciones sin mí, y por primera vez me sentí muy solo. Antes que
se fuera me sacó del lugar en el que yo estaba, y me trasladó a otro lugar de
la casa. Cuando regresó yo estaba muy contento, pero ella no venía sola, venía
con otra persona muy chiquita, después supe que era un bebé, al cual llamaba
Lucas Martín. Durante mucho tiempo, Cony ya no se preocupaba tanto de mí, ya no dormíamos siesta, ni
hacíamos largos viajes, se olvidó de mí por completo, sólo me daba comida,
agüita y me limpiaba la arena, ya todo había cambiado, todo por ese tal Lucas Martín que me quitó a mi Conita.
Después
de un año Lucas Martín creció mucho, y a pesar de que en un momento pensé que
su llegada era algo malo, ahora me di cuenta de todo lo contrario, el juega
mucho conmigo, me transporta en una cajita de zapatos para todos lados, me
lleva al patio donde tomamos solcito y aprovecho de capturar algunos insectos,
me presta sus juguetes, y siempre me da
comida extra muy deliciosa, a pesar que un tiempo estuve muy solo, ahora me
siento muy acompañado y soy inmensamente feliz, tengo un nuevo amigo, a quién
quiero acompañar siempre y verlo crecer.
Fin…
super copiona, no tienes estilo propio.
ResponderEliminarjajaja linda amiga mía, te quiero mucho...me encanto tu cuento de balmito y sus 100 días de soledad jijijiji
jajajajaja, mi mamá y sus títulos creativos... jajajaja aún así me gustaba pero era muy poco original ... Te quiero :)
ResponderEliminarQue lindo cuento hija, muy emocionante...
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